Hoy tenía una visita en una vivienda en Puzol que cumple con casi todos los principios de Home Staging, es decir, despersonalizada, resueltos los problemas de sobrecarga y optimizada la luz…pero le faltaba algo. ¡Sí!, le faltaba Marketing Emocional, dar vida y emoción a las estancias. Por eso he optado por una de ellas, la terraza, una estancia muy atractiva para los amantes del clima mediterráneo y a veces descuidadas y olvidadas. La he convertido, en menos de una hora, en un espacio ideal para desayunar, para leer un buen libro o simplemente para disfrutarla solo, o en compañía. En definitiva, llegar al corazón de los posibles compradores y enamorar con la primera impresión. Creo que lo he conseguido, pues la visita ha sido un éxito. Querían quedarse a desayunar.
Gracias a Anna García por el curso de Introducción al Home Staging y La Fotografía Inmobiliaria al que puede asistir hace unos días, una técnica importada e iniciada en Estados Unidos desde 1970. Disfruté de lo lindo y aprendí muchísimo junto con 20 compañeros más de la profesión. Entre los que se encontraba mi compañero Rubén Monsalve.
Aprendimos una técnica más de marketing inmobiliario que nos ayudará tanto a conseguir la tan deseada exclusiva de cara al vendedor, como a aumentar el número de visitas a los inmuebles por parte de los potenciales compradores.
Hay tantos niveles de Home Staging como tipos de viviendas, desde una lavado de cara hasta una reforma integral, dependerá del presupuesto y del valor de la vivienda. Lo que buscamos es impactar durante la primera visita, seducir y emocionar, al sistema límbico de los clientes, la parte emocional de nuestro cerebro… pero la historia no solo comienza con cambiar los muebles, sino que también con unas magníficas fotos que deben ser realizadas con un equipo a la altura de nuestra profesión.
